Cuatro Años

Angela E. Oliva

Cuatro Años

Cuatro años tenías tú
cuando te arrancaron de mis brazos.

Mis dos criaturas crecen sin su madre
y mis brazos se marchitan y caen a pedazos.

La larga espera para verles de vuelta
y mi mente se deteriora con los años.

Mi vientre se seca desangrado
sin ningún ocupante 
y sin esperanzas de reencontrar a sus criaturas.

Mi seno inerte llora por la ausencia de mis crías.
Cuatro años tenías tú,
cuatro años tenías…

Uno me espera por casi seis
y la otra tiene 1 año sin mis abrazos.

Cuatro años cuando me fui,
cuatro años.
Cuatro años tenías tú,
cuatro años…

433 final 13.jpg

I

Llena de piquetes, moretones, dolores
Vacía, carente, ¿Qué me pasa?
Estoy en un cuarto oscuro, no puedo ver la luz.
Sigo siendo nadie, sigo siendo nada.
Otra vez nadie se infla, llena de abandono,
abrazando los rechazos.
Se va hinchando, como un vientre preñado de odio a punto de explotar.
Miro mis manos translúcidas, puedo ver sus venas latiendo, quisiera detenerlas,
mi muñeca derecha y sus cicatrices como puentes sobre un vasto río.

¿Y qué soy yo? Un pedazo de carne, putrefacto, lleno de moscas, 
pues soy nadie mi alma me ha dejado. 
Un empaque vacío, lleno de nada, ni siquiera aire.
Cáscaras de huevos, cristales rotos,
barcos naufragados y yo en la nada 
En el vacío oculta bajo un manto negro,
oculta y al asecho.

Soy la bestia que me ataca, que me consume y me mata.
Me deja en trizas hecha nadie, hecha nada.

II

Palabras se desbordan y alagan mi mente.
Parecen una red echada al mar de mis pensamientos.
No hay silencio, no callan
me agreden, me estorban.

Silencio, no quiero pensar.
No más pesadillas, no quiero soñar.

Dormir sin descansar 
Vivir sin respirar
De mi quiero escapar
Estoy harta de despertar.

1, 2, 3 se repite el patrón otra vez.
1, 2, 3 me persigue el 1, 2, 3.
1, 2, 3 a veces el 1, otras el 2 o el 3. 


III

Me divido entre dos entes
Estoy confundida y fluyo contracorriente.
¿Qué me espera en el abismo?
Estoy tan perdida ya nada es lo mismo.

Ahogo mis deseos,
me pierdo en mi reflejo.
¿Quién es la que me observa tan detenidamente?

Ahora cuento los segundos como un reo.
Mi mirada se pierde y vaga a lo lejos.
Y en este silencio me encierro perpetuamente.

IV

Agua que recorre el río
Limpia, nutre, y riega.
Mi alma que se baña en silencio
Tambores que se escuchan a lo lejos,
miro al cielo y sonrío
Pienso en esta vida oscura y negra
¿Cuándo el sol iluminará mi vacío?

Angela E. Oliva is a Santo Domingo-born Dominican who has spent half of her life traveling. She is interested in diverse art forms, but literature and painting are her creative outlets. She has several unpublished books and speaks 5 languages (currently going for her 6th). She’s a mother and mental health survivor currently living in Hong Kong. Ig & Twitter: @fapuionna

Previous
Previous

Sobrenatural

Next
Next

Asfixiada